Cerro Castor: cómo un centro de esquí cambió el turismo invernal en Ushuaia

16.09.2024

Desde su apertura en 1999, Cerro Castor ha transformado el invierno en Ushuaia, convirtiéndose en un referente del esquí internacional y atrayendo a equipos de competición de todo el mundo. Juan Carlos Begué explica cómo el centro convirtió la temporada invernal en un motor económico, impulsando hoteles, restaurantes y comercios, y generando empleos directos e indirectos que dinamizan la economía local.

Antonio Wallner y Juan Carlos Begué
Créditos: Archivo Cerro Castor

Pocos habrían imaginado que, desde su inauguración en 1999, Cerro Castor se convertiría en el principal motor del desarrollo del turismo invernal en Ushuaia. Hoy, el centro de esquí es un destino clave no solo a nivel nacional, sino también internacional. Con más de veinte años de operación, ha logrado atraer a visitantes y equipos de competición de todo el mundo, transformando la economía y la vida social de la ciudad.

 “Hoy en día, es difícil imaginar el invierno en Ushuaia sin Cerro Castor”, comenta Juan Carlos Begué, concesionario del centro, al reflexionar sobre el impacto que ha tenido en la región.

El proceso para encontrar el lugar adecuado fue complejo. En la década de los 80 se identificaron dos posibles ubicaciones para el centro de esquí, una de ellas dentro del Parque Nacional Tierra del Fuego y la otra donde actualmente se encuentra Cerro Castor. Finalmente, se optó por este último lugar debido a su cercanía a la ciudad y su viabilidad técnica.

Edificio Base año 1991
Créditos: Archivo Cerro Castor

“Fue un trabajo arduo, se requirió de varios vuelos sobre la zona, análisis meteorológicos y un preestudio que llevó más de un año” explica Begué. Sin embargo, la falta de recursos y la inestabilidad política en esos años hicieron que el proyecto quedara en suspenso y no se concretara hasta finales de los años 90.

“Los primeros diez años fueron muy complicados, y formar un equipo local de trabajo fue una tarea enorme. Trajimos maquinistas de Bariloche y poco a poco fuimos capacitando al personal local”, recuerda. “En esos tiempos iba a ofrecer el centro de esquí a los mayoristas de Buenos Aires y Brasil, y me miraban con cara rara. Pero si uno tiene confianza en lo que hace, hay que seguir insistiendo”. Hoy, esa apuesta ha rendido frutos y ha llevado al centro a niveles impensados en sus comienzos.

Construcción de Cota 480 – Archivo Cerro Castor

Impacto económico y transformación social

El impacto económico de Cerro Castor ha sido profundo, no solo impulsando el turismo, sino también dinamizando la economía invernal de Ushuaia. El centro ha jugado un rol fundamental en romper la estacionalidad turística de la ciudad, atrayendo una gran cantidad de visitantes durante el invierno y generando un cambio en la percepción local: lo que antes era visto en parte como una dificultad, hoy se considera una oportunidad de crecimiento y desarrollo económico.

“Hay un antes y un después de Cerro Castor. La nieve, que en su momento representaba un obstáculo para algunos sectores, hoy es sinónimo de trabajo y oportunidades,” comenta Begué. Este cambio ha beneficiado a distintos rubros, desde restaurantes y hoteles hasta agencias de alquiler de autos y comercios locales, que han experimentado un notable incremento en su actividad durante la temporada invernal.

Equipo olímpico en el Cerro Castor – Archivo Cerro Castor

Cerro Castor como centro internacional de entrenamiento

Uno de los hitos más importantes en la historia reciente de Cerro Castor ha sido su consolidación como centro de referencia para equipos internacionales de esquí de competición.

“Hoy en día somos la estación de esquí del hemisferio sur que más equipos de Copa del Mundo recibe para sus entrenamientos,” comenta Juan Carlos con orgullo. Esto no solo ha puesto a Ushuaia en el radar de las competiciones internacionales, sino que también ha generado una fuente de ingresos clave para la economía local.

“Hoy prácticamente todos los equipos de competición que antes hacían temporada en Nueva Zelanda lo hacen en Cerro Castor” señala Begué. Esta “exportación con valor agregado” —como él lo llama— significa que no solo los equipos internacionales ingresan divisas al país, sino que también consumen productos y servicios locales, lo que multiplica los beneficios económicos.

Innovación y adaptación tecnológica

En un contexto en el que el cambio climático es un desafío cada vez más presente para el turismo de invierno, Cerro Castor ha decidido apostar fuerte por la innovación tecnológica. “El cambio climático es una realidad que ya afecta las temporadas. No nieva lo mismo que hace 50 años,” advierte Begué. Para enfrentar esta nueva realidad, el centro ha invertido en la creación de nieve técnica (conocida también como nieve artificial), una infraestructura que ya cubre gran parte de la montaña.

“Hoy en día, tenemos la red más grande de nieve técnica en el hemisferio sur,” comenta Begué. Esta inversión, que incluye una nueva estación de bombeo y 90 bocas de nieve distribuidas por la montaña, permite al cerro asegurar una temporada de esquí más estable, independientemente de las condiciones climáticas. “Esto es esencial para mantenernos competitivos frente a otros destinos y asegurar que los equipos de competición sigan eligiendo Cerro Castor para entrenar.”

Cañoñ de nieve. Créditos: Archivo Cerro Castor

Además de la tecnología para la producción de nieve, Cerro Castor ha incorporado maquinaria moderna como nuevas pisapistas y sistemas automatizados para la gestión de la montaña, todo con el objetivo de ofrecer una experiencia de clase mundial a los visitantes. “Hemos logrado que nuestra infraestructura esté a la altura de los principales centros del mundo, lo que nos permite seguir creciendo y atraer más turismo,” concluye Juan Carlos Begué.

Los desafíos futuros: expansión y diversificación

Aunque Cerro Castor ha sido un éxito rotundo en el ámbito del turismo invernal, su fundadores consciente de que el centro aún tiene mucho potencial por desarrollar.

“El futuro de Ushuaia como destino turístico depende en gran parte de las inversiones en infraestructura que se realicen en la ciudad. Necesitamos más hoteles, mejores servicios, y una planificación a largo plazo para sostener el crecimiento,” explica Begué.

Cerro Castor como modelo de inspiración para futuros proyectos

Uno de los mensajes más claros que deja la historia de Cerro Castor es el poder de la iniciativa privada para transformar un destino. “El trabajo, la confianza en la visión y la capacidad de superar los desafíos iniciales sonclave para llevar adelante proyectos en lugares remotos como Tierra del Fuego,” comenta Begué.

La Brecha en Cerro Castor – Archivo Cerro Castor

A quienes buscan desarrollar proyectos similares, Juan Carlos les aconseja tener paciencia y determinación. “Los grandes desarrollos no se logran de un día para el otro,  hay que trabajar con una estrategia, adaptarse a los cambios y mantener siempre una visión enfocada en el largo plazo”, concluye.

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